Una de las enfermedades más comunes en los perros es la dermatitis de la piel. Los signos de esta enfermedad son muy variados: Picor, enrojecimiento de la piel, presencia de pústulas, costras entre otros. Para un esteticista canino, la presencia de un animal, en estas condiciones puede llegar a ser un problema.
Es común, que los propietarios de la mascota, o el mismo esteticista canino, piensen que se trata de sarna. Después de todo, la sintomatología es muy similar. Es bueno saber que, la dermatitis, en la mayoría de los casos no pica, a diferencia de la sarna. Por tanto, ante la ausencia de picor, podemos descartar la sarna. Sin embargo, la presencia de picor, no nos hace pensar que necesariamente sea sarna, ya que existe una pequeña proporción de dermatitis, causada por microorganismos que producen, entre otros síntomas, picor.
Generalmente, la dermatitis es producida por un hongo que afecta la piel de la mascota. Para el esteticista canino es importante saber que, este hongo, en la mayoría de los casos puede ser transmitido a las personas, por lo que, ante el menor síntoma se deben utilizar todos los accesorios de protección de que se disponga.
¿Cómo sabe el esteticista canino si el perro tiene hongos?
Más allá de los síntomas clásicos que mencionamos en el primer párrafo, para el esteticista canino es muy difícil identificar si la molestia se debe a dermatitis causada por un hongo, por un microorganismo diferente o si se trata de sarna. El único profesional autorizado para emitir estos conceptos es el veterinario.
La dermatitis, por lo general, y a diferencia de la sarna, no ataca toda la piel del animal. En un comienzo, se restringe a una zona de la piel. Las lesiones causadas por la dermatitis, no son uniformes, como sí lo son las de la sarna que son redondas y rojas.
¿Se puede cortar el pelo a un animal con dermatitis o con otra enfermedad de la piel?
Si. Por supuesto, después de la peluquería, el animal debe ir directo al veterinario. El corte de pelo, no solo es posible, sino recomendable en estos casos, al igual que el baño. Pero ambas cosas, el corte y el baño, se deben llevar a cabo bajo condiciones de aislamiento y asepsia totales. Los instrumentos que se utilicen deben ser desechados en la medida de lo posible, y aquellos que no sea posible abandonar, deben ser esterilizados escrupulosamente.
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