Los baños son parte de la salud de nuestras mascotas. No solamente sirven para eliminar malos olores. La higiene de los perros es fundamental para su bienestar diario. Existen diferentes tipos de lavado. Desde el baño fundamental de mantenimiento hasta lavados mucho más específicos y profundos. Veamos cómo se realiza el baño del perro.
LA PREPARACIÓN
Antes de bañar al perro es necesario abrir el pelo y deshacer los posibles nudos que este tenga. De esta forma, conseguiremos una limpieza efectiva sin estancamiento de la suciedad en el pelo del perro.
En una bañera de acero inoxidable, limpia y preparada regularemos el agua. La temperatura ideal del agua es un poco superior a la temperatura corporal del perro. Lo ideal es unos 40 Cº.
EL CHAMPÚ
Hoy en día, existen muchos tipos de champú especiales para mascotas. Todo depende del tipo de manto de nuestro perro, así como de su piel. Nunca se debe usar jabones especiales para personas para bañar a los canes. En muchos casos, estos pueden causar desde severas irritaciones hasta leves signos de caspa y seborrea.
Una vez escogido el producto, es conveniente diluir el champú en una botella, jarra o bol antes de aplicarlo sobre el manto del perro. De esta manera, nos aseguraremos que penetre uniformemente.
En cuanto a la cabeza, tendremos la prudencia de enjabonarla en último lugar y aclararla lo primero de manera que el jabón estará el menor tiempo posible cerca de los ojos.
Una vez enjabonado el cuerpo, aclararemos el pelo asegurándonos que no quede absolutamente nada de jabón, puesto que los restos de champú pueden ocasionar lesiones en la piel.
Por último, pasamos al secado del pelo. Primero mediante toallas para quitar la humedad y después, con un secador específico o turbinas de aire. Durante el secado, es importante utilizar el aire del secador para abrir el pelo cepillándolo, estirándolo y desenredándolo sistemáticamente para un acabado final de calidad.